He pasado horas de mi vida buscando la famosa lámpara de los deseos, mientras trataba de imaginar cuáles serían los deseos que pediría al genio, si la encontrara.
Y tal vez pasé tanto tiempo dedicado a esto que incluso se me ocurrió la argentinada correcta para este caso.
-¡Oh Amo, me habéis liberado! Te concederé 3 deseos. Dime, ¿qué quieres? -dijo una bola de humo azul con barba candado, ojos saltones y un turbante bastante ridículo.
-Bien, bien... -le contesté pensativo -En primer lugar quiero la paz para el mundo.
Se escuchó un ruido estruendoso. Acto seguido, encendí la tele y encontré un titular que decía: Israel y Palestina firman tratado de paz.
-Mi segundo deseo es poder volar -le dije, ansioso como un nene de 4 años.
Pocos segundos después estaba flotando en el aire y girando a su alrededor.
-Tiene usted un último deseo, Amo. Le sugiero pensarlo detenidamente -me dijo en tono socarrón.
-Con gusto, ya lo tengo. Quiero una lámpara con un genio que me conceda 5 deseos por día y ¡que tenga la cara del Diego! Y fijate que sea una lámpara más copada, ponele onda, no me gusta esa tetera fea que ni siquiera es inoxidable. Tomáaaaaaaa
No hay comentarios:
Publicar un comentario